El observatorio de Educación de la Universidad del Norte, realizó un estudio basado en los resultados de las Pruebas Saber Pro 2021, lo cual estableció el top 10 de las mejores universidades de la región Caribe.
De acuerdo, con el periódico El Tiempo, el coordinador del Observatorio, Jorge Valencia, los resultados se logró a partir de la revisión del puntaje global, que resume el resultado en las competencias genéricas, como lectura crítica, razonamiento cuantitativo, comunicación escrita, inglés y competencias ciudadanas.
El primer lugar en la región fue para la Uninorte, de Barranquilla, con 173 en el Puntaje Global Promedio (PGP). A nivel nacional encabezó los Andes, en Bogotá, con 189.
Siguiendo con el listado de la región, viene como segunda la Universidad Tecnológica de Bolívar (156 – PGP), la tercera es la Universidad Libre de Barranquilla (150), sigue la Universidad Pontificia Bolivariana de Montería (150) y la Universidad del Atlántico (150).
Continúa en su orden la Universidad Sergio Arboleda de Santa Marta (149), Universidad Jorge Tadeo Lozano de Cartagena (147), Universidad de Sucre (145), Fundación Universitaria Colombo Internacional de Cartagena (145) y cierra la lista de las 10 primeras la Universidad de la Costa, en Barranquilla (143).
Lo primero que señala el coordinador del Observatorio es que, en términos generales, todo el país disminuyó su desempeño en las Pruebas Saber Pro, pasando de un PGP de 149/300 en 2020 a un PGP de 145/300 en 2021. Una caída de cuatro puntos, similar al panorama en el Caribe.
“Presumimos que esta suspensión de clases presenciales de alguna manera interrumpió los procesos de preparación de los estudiantes para la Prueba o tuvo que verse avocada a modificarse rápidamente. Además que algunos estudiantes tuvieron que realizar la Prueba a través de mecanismos virtuales, que no se habían aplicado anteriormente con mucha regularidad”, considera Valencia.
A nivel regional, lo positivo que ve es que dos universidades destaquen, una en el ‘top 10’ nacional, como lo es la Universidad del Norte, y la otra es la Universidad Tecnológica de Bolívar, la número 41 de la Nación.
“Estos puestos se mantuvieron inamovibles aún durante la pandemia. Otro aspecto positivo es que la Universidad del Atlántico se ubicó por encima del promedio nacional en 5 puntos en la prueba, al igual que la Universidad de Sucre, que estuvo ahí muy cerca. Por tanto, vemos que tanto en el sector público como en el privado hay universidades que están destacando”, agregó.
En referencia a lo que sucede en la Universidad del Norte para estar en las primeras 10
del país, sostiene que la IES le viene apostando a una formación centrada en el aprendizaje de estas competencias.
Es decir que, de manera intencional la lectura crítica, el razonamiento cuantitativo, la comunicación escrita, el inglés y las competencias ciudadanas, hacen parte integral de cada una de las asignaturas, diseñando cursos pensando en fortalecer esas competencias y las profesionales en los estudiantes.
En cuanto a las dificultades que encontró el Observatorio en esta revisión, Jorge Valencia indica que 28 de las 37 instituciones (21 privadas y siete oficiales) tuvieron un desempeño menor a la media nacional, con el agravante de que estas IES tienen el 78 por ciento de la población evaluada.
“Hay un bloque muy grande de universidades, que pueden estar superando el 60 por ciento, que está teniendo una gran cantidad de estudiantes y está quedándose rezagado a nivel nacional”, manifiesta.
La otra preocupación que refleja el Observatorio es que solo siete de 37 universidades de la región Caribe se encuentran entre las 100 mejores del país por los resultados de las Pruebas Saber Pro.
“Estos estudiantes cuando egresen van a tener una desventaja con respecto al desarrollo de competencias de estudiantes de otras regiones y seguirán también quedando rezagados en empleo”, expresa Valencia.
Por lo tanto, pide un compromiso regional acompañar a estar universidades que están teniendo dificultades para que mejoren los procesos y un llamado al Ministerio de Educación y a las entidades territoriales para que giren su mirada hacia el aprendizaje, con el fin de que los estudiantes se desarrollen de una manera integral.
