El departamento del Cesar atraviesa una grave crisis de inseguridad, especialmente en los municipios del sur, donde se registran enfrentamientos entre grupos armados ilegales como el Clan del Golfo, disidencias de las FARC y los Panchecas. Estos grupos buscan expandir su control territorial para actividades ilícitas como el microtráfico y el narcotráfico. La violencia ha dejado un saldo de cientos de muertos, desplazamientos forzados y un clima de zozobra entre la población.
En El Copey, la situación es igualmente alarmante. Se ha reportado que el alcalde Asaaid Raish Gámez recibió amenazas por parte de estas estructuras criminales, lo que ha generado preocupación en la comunidad local. Otro de los mandatarios supuestamente con amenazas y que fueron hechas públicas, fue el alcalde de Tamalameque, Leonardo Vega Sánchez.
A pesar de la gravedad de la situación, el Ministro de Defensa, Pedro Arnulfo Sánchez Suárez, no asistió al consejo de seguridad convocado en el Batallón La Popa de Valledupar para abordar la crisis. Según fuentes oficiales, el alto funcionario indicó que debía atender otra situación en otra región del país, dejando plantadas a las autoridades del Cesar.
La ausencia del Ministro de Defensa ha generado críticas y cuestionamientos sobre la eficacia del Gobierno nacional para enfrentar la creciente ola de violencia en el sur del Cesar. Mientras tanto, los habitantes de la región continúan viviendo bajo el constante temor de los grupos armados ilegales que han sembrado el terror en sus comunidades.
La situación exige una respuesta inmediata y coordinada entre las autoridades nacionales, departamentales y locales para garantizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos del Cesar.