Dos soldados, Mauricio José Pertuz Ochoa y Mario Alberto Pérez González, fueron asesinados en una emboscada en el corregimiento de Tierra Santa, municipio de Buenavista, Córdoba. El ataque ocurrió cuando los militares regresaban en motocicleta después de escoltar a personal de la Unidad Nacional de Restitución de Tierras. Según las autoridades, la emboscada fue perpetrada por la subestructura Rubén Darío Ávila del Clan del Golfo.
Los soldados pertenecían al Batallón de Infantería Junín, adscrito a la Décima Primera Brigada del Ejército con sede en Montería. Durante el enfrentamiento, se presume que dos integrantes del grupo criminal fueron abatidos. La región sur de Córdoba ha sido fuertemente afectada por la presencia de grupos armados ilegales y economías ilícitas.
El gobernador de Córdoba, Erasmo Zuleta, anunció una recompensa de hasta 200 millones de pesos por información que conduzca a la captura de los responsables. El Ministerio de Defensa y la cúpula militar acordaron permitir que los militares porten sus armas de dotación en sus casas para defenderse en caso de ataques. Se suspendieron las vacaciones y permisos para los militares en la zona. Refuerzos llegaron desde Montería para asegurar el área y perseguir al grupo armado responsable del ataque.
