El presidente Gustavo Petro condenó enérgicamente el atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, ocurrido en el occidente de Bogotá. Petro calificó el hecho como «una acción que enluta a la democracia» y afirmó que el Estado no puede permitir que el odio y la violencia regresen al escenario político colombiano.
El presidente ordenó priorizar la protección de todos los líderes políticos de la oposición y dispuso que se investigue a la propia escolta de Uribe Turbay para identificar posibles fallas en los esquemas de seguridad. Un presunto agresor fue capturado por un agente de la Unidad Nacional de Protección (UNP) y se encuentran en marcha todos los protocolos de investigación para dar con los responsables.
Petro hizo un llamado a la paz y al respeto por la vida, y enfatizó que la seguridad de los opositores debe ser una prioridad. Aseguró que no se escatimarán esfuerzos ni recursos del Estado para dar con los responsables y encontrar al actor intelectual del atentado.
El mandatario envió un mensaje de solidaridad a la familia y amigos del senador Miguel Uribe y clamó por la pronta recuperación del precandidato. La condena al atentado ha sido unánime, y diversos sectores han expresado su preocupación por el clima de polarización que vive Colombia.