Por: Maye Rodríguez
Un profundo dolor embarga a la comunidad indígena arhuaca del resguardo Simonorúa, en el municipio de Pueblo Bello, tras el asesinato de Geyrungumu Torres, conocido como Yeru Torres, un joven líder que regresaba a su hogar luego de participar en una jornada de capacitación. Según reportes entregados por las autoridades tradicionales, el joven fue interceptado y golpeado con un objeto contundente por sujetos desconocidos en horas de la noche del domingo. El hecho ha generado consternación en la comunidad, especialmente porque Yeru estaba a punto de iniciar labores comunitarias, reafirmando su compromiso con los procesos sociales y culturales del pueblo arhuaco.
“El joven venía de una capacitación y hoy ingresaba a trabajar. Fue en el camino donde lo interceptaron. La comunidad está enlutada”, señaló Digneris Izquierdo, representante de la Casa de Gobierno Arhuaco en Pueblo Bello.
Ya hay capturados
La Guardia Indígena, en coordinación con la Policía Nacional y bajo el marco de la jurisdicción especial indígena, inició de inmediato las investigaciones para esclarecer lo ocurrido. De acuerdo con Izquierdo, ya hay personas capturadas y se encuentran bajo custodia de las autoridades tradicionales mientras avanza el proceso de esclarecimiento. Geyrungumu Torres era ampliamente reconocido por su participación activa en procesos de formación, liderazgo juvenil y por su trabajo en el área de comunicaciones al servicio de su pueblo. Su asesinato representa una pérdida irreparable para su comunidad.
La Confederación Indígena Tayrona (CIT) se sumó al rechazo por el crimen y emitió un comunicado en el que expresó su solidaridad con la familia del joven y exigió que su memoria sea honrada con verdad, justicia y respeto. “Su partida representa una gran pérdida para toda la comunidad. Nos unimos al dolor de su familia, amigos y compañeros”, expresó la CIT.
Las investigaciones continúan tanto por parte de las autoridades indígenas como civiles, con el fin de identificar a todos los responsables y esclarecer los móviles del crimen. Mientras tanto, la comunidad arhuaca reitera su llamado al Estado colombiano para que garantice la seguridad de los líderes indígenas y respete el ejercicio de la jurisdicción especial en sus territorios ancestrales.
