Por complicaciones derivadas del cáncer ocular y leucemia que padecía, la tarde del jueves falleció en Valledupar Luis Alfredo Garavito, alias ‘La Bestia’, de quien se conoció durante los últimos meses se había negado a recibir tratamiento médico y acudir a las citas con los especialistas. Fue una decisión muy personal que lo fue descompensando con el pasar de los días.
Ciro Pérez Escalante, delegado para temas carcelarios de la Personería Municipal de Valledupar, informó que Luis Alfredo Garavito, de 66 años, fue trasladado a las 11:45 de la mañana del jueves a la Nueva Clínica Santo Tomás de Valledupar por presentar algunas dificultades para respirar y otras dolencias generadas por su cuadro clínico.
Durante la realización de los procedimientos médicos, el personal de la clínica vio la gravedad y lo instalaron en una habitación, donde estaba recibiendo la atención requerida, sin embargo, se fue descompensando y falleció a las 1:20 de la tarde. Se presume que sufrió un paro cardio respiratorio, por el cuadro médico que padecía.
Detalló que el recluso se había negado a seguir recibiendo atención médica. “Estaba en un estado delicado de salud, la personería había hecho seguimiento, pero él había renunciado a asistir a las citas médicas y lo intentamos convencer, pero dijo que no. Tenía cáncer ocular y leucemia, él se había abandonado a su situación, cuando se ponía muy grave prefería no recibir tratamiento de mayor nivel para mitigar el dolor. Había perdido mucho peso y tenía una alimentación vigilada por sus complicaciones”, explicó el funcionario. Pérez manifestó que al interno se le asistía en todo lo que necesitaba como medicamentos, tenía un color de piel amarillo ya que no recibía sol porque temía un atentado por parte de otros internos de ‘La Tramacúa’.
SUS ÚLTIMOS DÍAS EN LA CÁRCEL
Cuando pedía ayuda se le daba. Leía mucho la biblia, no recibía visita y se desahogaba con los funcionarios que iban a realizar su trabajo. Siempre manifestó que estaba arrepentido por lo que había hecho, contactó a varias personas para pedirle perdón.
Hasta ayer ningún familiar había acudido a reclamar el cuerpo, solo un sobrino estaba muy pendiente de su salud, sin embargo, luego del deceso no se acercó. Personal del CTI fue el encargado de realizar la inspección técnica al cadáver y de trasladarlo a la morgue de Medicina Legal de Valledupar.
¿QUIÉN ERA GARAVITO?
Nació el 25 de enero de 1957 en Génova, Quindío, Colombia. Detrás de su apariencia tranquila se escondía un depredador despiadado, el peor violador y asesino de niños en la historia del país.
A principios del año 2000, Garavito confesó el asesinato de al menos 138 niños, aunque se sospecha que la cifra real podría ser mucho mayor. Sus víctimas eran principalmente niños de escasos recursos y en situaciones vulnerables, lo que hizo que sus crímenes pasaran desapercibidos durante años.
El modus operandi de Garavito, era hacerse pasar por un hombre amable y caritativo, ofreciendo regalos y dinero a los niños para ganarse su confianza. Una vez logrado esto, los llevaba a lugares apartados donde los sometía a torturas inimaginables antes de asesinarlos. Posteriormente, enterraba sus cuerpos en tumbas poco profundas.
La pesadilla de Colombia llegó a su fin en 1999 cuando Luis Alfredo Garavito fue capturado. Su detención se produjo gracias al testimonio de uno de sus sobrevivientes, quien logró escapar de su cautiverio y avisar a las autoridades. Durante su juicio, Garavito confesó sus crímenes, lo que permitió esclarecer muchos casos y llevarlo a la justicia.
Garavito estaba recluido en ‘La Tramacúa’, cumpliendo una condena de 40 años de cárcel, por los delitos de acto sexual violento, homicidio, acceso carnal violento, secuestro simple e incendio culposo. Sus víctimas se cuentan en más de 200 niños en Colombia y algunas en Ecuador, crímenes que empezó a cometer hacia 1970 y que continuaron durante unas tres décadas más. A ’La Tramacúa’, había ingresado en septiembre del año 2002, luego de que fue capturado el 4 de abril de 1999.