Por: Maye Rodríguez
El departamento del Cesar enfrenta una situación crítica debido a las fuertes lluvias que han generado riesgos de deslizamientos de tierra, inundaciones y crecientes súbitas. Así lo advirtió el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), que declaró alerta roja en once municipios del departamento.
Los municipios más afectados son: Agustín Codazzi, González, La Gloria, La Paz, Manaure Balcón del Cesar, Pueblo Bello, Río de Oro, San Alberto, San Diego, San Martín y Valledupar. En estos territorios, los comités municipales de Gestión del Riesgo han sido activados y mantienen vigilancia permanente sobre puntos críticos.
La amenaza de crecientes súbitas se concentra especialmente en la cuenca alta del río Cesar, y en afluentes como los ríos Guatapurí, Badillo y la quebrada La Malena. En la cuenca media del mismo río se mantiene especial atención sobre los ríos Sororia, Maracas, Santo Tomás y Tucuy, en la Serranía del Perijá, lo que compromete a municipios como Pueblo Bello, La Paz, Codazzi, Becerril y La Jagua de Ibirico.
En la cuenca del río Ariguaní, el Ideam también reporta riesgo de crecientes en el río Ariguanicito, lo cual pone en vigilancia a municipios como El Copey, Bosconia y nuevamente, Pueblo Bello. En la parte baja del río Cesar, las alertas se concentran en Chimichagua y su corregimiento Saloa.
Acciones preventivas y llamado a la comunidad
Petra Romero, jefa de la Oficina de Gestión del Riesgo en el Cesar, informó que se han activado los protocolos de emergencia en cada uno de los municipios señalados. “Se hace un llamado urgente a la comunidad para que permanezca atenta a las alertas oficiales y adopte medidas preventivas, especialmente quienes habitan cerca de ríos y zonas inestables”, expresó. En el municipio de Gamarra, se declaró alerta naranja debido al aumento del caudal del río Magdalena. Aunque no se han reportado inundaciones, la Alcaldía inició trabajos de contención en puntos estratégicos, incluyendo la instalación de tapones y otras barreras temporales para evitar filtraciones en zonas vulnerables.
El Comité Municipal de Gestión del Riesgo mantiene un monitoreo constante y activará alertas tempranas en caso de ser necesario. Las autoridades reiteran que, aunque la situación aún no ha escalado a emergencias mayores, es fundamental no bajar la guardia.