La Corte Constitucional realizó en La Guajira una visita de inspección para verificar el adelanto o el atraso en el que están las obras y planes que se desarrollaban para cumplir con lo ordenado por el máximo organismo constitucional de Colombia en la Sentencia T 302 de 2017, respecto a la desnutrición en las diferentes rancherías y localidades.
A la península llegaron el magistrado auxiliar Iván Humberto Escrucería Mayolo, Cristian Uchima Bohórquez y Jesús David Medina Rodríguez para trabajar sobre la Sentencia T-302 de 2017, con la cual la Corte pretende garantizar los derechos de la infancia wayuu. Los resultados, salvo pocas excepciones, siguen siendo muy deprimentes según lo observado en las rancherías.
Los funcionarios llegaron a los corregimientos Punta Espada, Siapana y Flor de La Guajira. En Este sitio inspeccionaron varias obras que se desarrollan por la Empresa de Servicios Públicos de La Guajira Esepgua con los cuales se indicó quieren llevar el líquido en condiciones dignas para el consumo humano para los asentamientos Monserrate, Itoushpa, Guarpana y Tawaira y también a las localidades de Moyojoin, Cuatro Bocas y Sepijan y según el informe de Esepgua, son cerca de 4 000 ciudadanos los que se beneficiaran con la distribución del líquido que se haga a esas localidades.
Se trata de asentamientos indígenas que sobreviven en medio del desierto con actividades de pastoreo de chivo o con artesanías que luego llevan a los centros urbanos de Uribia o Maicao.
Se ha dicho que hay malestar en círculos jurídicos debido a que al conocerse la Sentencia T 302 y con el desarrollo de las visitas y tareas, se designaron en autos varias entidades que debían recibir información y a su vez mantener a los magistrados con los datos que fueron surgiendo en el desarrollo de los trabajos, tanto de Gobernación, como de las alcaldías y los diferentes organismos del orden local y nacional que deben desarrollar acciones para sacar a La Guajira del Estado de Cosas Inconstitucional en el que fue declarado por la corte Constitucional, como un mecanismo tendiente a solucionar los problemas de carencia absoluta de soberanía alimentaria que luego se convierte en desnutrición que hacen desarrollar enfermedades que terminan acabando con la vida de muchos niños como ha ocurrido en el presente año con la muerte de 23 infantes por esa condición o los 85 niños y niñas menores de cinco años que fallecieron en 2022 por las enfermedades que se desarrollaban en los organismos malnutridos y desnutridos.