El expresidente Álvaro Uribe ha creado a través de los años un ordenamiento político tan grande y complejo, que posiblemente podríamos decir que ya funciona con impulso propio; los movimientos, clientelismo, amiguismo y diferentes estrategias de este, han dejado tantas aristas marcadas con su nombre que tardaríamos horas en enumerarlas.
Es por esto que el uribismo logra abarcar tantos espacios dentro de la realidad política de Colombia, siendo precisamente estos los que le han permitido mantenerse relevante en la actualidad y aún conseguir votos y candidatos para su bancada que parece no debilitarse hasta el momento.
Claro ejemplo de esto se ha dejado notar con la reciente visita del expresidente a Magangué, Bolívar, donde se jactó de estar muy acogido y bien recibido por las reverendas religiosas, con quienes se tomó fotografías y sonrió amablemente para mostrar ese lado “humano” de Uribe Vélez.
No obstante, tal y como lo detalló el columnista de ‘El Espectador’, Yohir Akerman, el expresidente no sólo gozó de la compañía de las religiosas, sino que también aprovechó para sonreír y acompañar al senador Antonio José Correa Jiménez, quien resulta ser un político financiado para los intereses de Enilse López, alias ‘La Gata’, actualmente condenada por homicidio y conocida en el mundo de los políticos por sus relaciones con la corrupción.
Igualmente, el senador del partido Opción Ciudadana, fue señalado en su momento por incluir en su Unidad de Trabajo Legislativo a una reconocida testaferro de alias ‘La Gata’, María Flórez, Urzola; pero no solo eso, en movimientos políticos el senador habría recibido $200 millones por parte del equipo de Enilse para que financiara su campaña.
Álvaro confesó hace algunos años que había recibido dinero de la reconocida “empresaria del chance”, como mal la llaman, para su campaña a la Presidencia en el 2002, pero su argumento para zafarse de las acusaciones fue que en ese momento él no conocía de los negocios turbios de su colaboradora financiera. Tomado: Revista Voces.com
