Mientras que en el recinto de la Asamblea del Magdalena los gritos, barullos e insultos hacia la administración departamental que encabeza Carlos Caicedo no cesan, por otro lado la mesa directiva de esa corporación debe reversar para corregir sus erros jurídicos.
Claudia Aarón y Elizabeth Molina Campo, se dieron cuenta que no podían desconocer la convocatoria de estudio urgente de los proyectos presentados por el gobernador Carlos Caicedo y que busca solucionar, a través de grandes inversiones, los problemas históricos que han dejado al Magdalena en la cola de la Nación.
Todo quedó en evidencia en la Resolución 017 de 2021 en el que, textualmente, destacan que “efectivamente se corroboró (el error) por parte de esta mesa directiva, lo cual nos conduce a generar ipso facto, la derogatoria de estas acotaciones en la parte considerativa, como la revocatoria de algunos artículos en la parte resolutiva del acto administrativo en cuestión que hacen referencia a estas circunstancias jurídicas sobrevinientes (…) se hace necesario sanear la actuación administrativa por parte de esta mesa directiva desplegada en la Resolución No. 017 del 05 de agosto de 2021, procediendo hacer las correcciones, los ajustes, las modificaciones, derogaciones o revocatorias que haya lugar a efectos de precaver nulidades procedimentales posteriores”.
Sin embargo existe otro elemento dentro del resolutivo que llama la atención: justificándose en las normas sobre la seguridad sanitaria y la bioseguridad, ratifica el funcionamiento virtual de las sesiones extraordinarias en las que se encuentra actualmente convocada la Asamblea.
Esto último llama la atención pues la justificación de los diputados para seguir sesionando en sus casas es una supuesta persecución y temor a presuntos ataques de aquellas personas que, libre y pacíficamente, reclaman de éstos no seguir bloqueando los proyectos e iniciativas que traerán el Cambio al Magdalena.