Cuando salir a protestar en Colombia era un peligro mortal- Por: Redacción Pares

Compartir

Foto tomada de: France-24

Miles de personas en Bogotá caminaron por toda la carrera séptima hasta la plaza de Bolívar en la jornada de protesta de este domingo 21 de abril. Bajo una sola consigna, la de “Fuera Petro” los manifestantes expresaron su rechazo a las políticas de cambio que ha traído el presidente desde que se posesionó el 7 de agosto del 2022. La característica primordial fue que familias enteras pudieron salir con sus hijos menores de edad. El gobierno decidió no sacar a ningún miembro de la fuerza pública a la calle. Hubo un tiempo en que esto no fue así.

El ESMAD fue la fuerza antidisturbios creada por Andrés Pastrana en 1999. Este grupo de la policía tendría una duración pasajera. Sin embargo fue Álvaro Uribe Vélez quien la convirtió en permanente en el año 2007, en plena época de la Seguridad Democrática. Entonces su aspecto intimidante, con armaduras de 11 kilos que los hacía ver como robocops, aparecían cada vez que los ciudadanos ejercían su libre derecho a protestar. Entre 1999 y el 2018 la Fiscalía recibió más de 40 mil casos de violencia contra colombianos por parte de este cuerpo especial. Según datos de la Fundación Paz y Reconciliación, el Esmad produjo 18 muertos nada más en Bogotá.

Estos números se desbordaron por completo durante el estallido social del 2021 en contra de las políticas del entonces presidente Iván Duque. Entre el 28 de abril y el 5 de mayo murieron en las protestas 18 colombianos. Ochocientas personas más resultaron heridas. Según amnistía internacional las balas de goma del Esmad produjeron 12 lesiones oculares entre los manifestantes.

Los gases lacrimógenos, las balas disuasivas, las provocaciones y los insultos eran el pan de cada día durante las protestas. Pero esta violencia policial tuvo un antecedente que marcó a toda una generación. Las protestas contra el gobierno Duque arrancaron en noviembre del 2019 y si hubo un interregno fue por las medidas de cuarentena que se tomaron desde marzo del 2020 para frenar el Coronavirus. Pero el 23 de noviembre del 2019 cientos de miles de colombianos salieron a las calles a protestar contra medidas como el proyecto de reforma tributaria que presentó al Congreso el ministro de hacienda Alberto Carrasquilla en donde, entre otras cosas, quería grabar con IVA los alimentos de los colombianos. Ese día el capitán del ESMAD Manuel Cubillos disparó contra la multitud. Una de las balas se incrustó en el cráneo del joven estudiante Dilan Cruz Medina. Bachiller del colegio Ricaurte IED, había salido a la calle exigiendo una educación pública de calidad. Murió a los tres días.

Los atentados contra la gente que sale a protestar en Colombia no nacieron en los años de Duque. En 1954 el batallón Colombia masacró a 11 estudiantes universitarios que salieron a protestar por la muerte de su compañero, Uriel Gutiérrez Restrepo, asesinado por la policía nacional. Eran los años duros de la dictadura de Rojas Pinilla. Esa vez se produjeron 41 heridos. El 16 de mayo de 1984, durante el gobierno de Belisario Betancur, en la Universidad Nacional se produjo una represión durísima. Se protestaba por el asesinato del líder estudiantil Jesús “Chucho” León. La policía entró al campus universitario y se detuvieron a 81 personas, se presentaron 65 heridos y un número indeterminado de estudiantes asesinados. La Universidad Nacional, por estos hechos, estuvo cerrada durante 11 meses.

La marcha del 21 de abril no tuvo acompañamiento policial. El gobierno, cumpliendo uno de sus promesas, después de la carnicería del Esmad durante el estallido social, que produjo además el asesinato del joven abogado Javier Ordoñez, ha reformado esta unidad especial de la policía, la ha humanizado y ahora todos tienen las garantías de salir a protestar sin que corran riesgo sus vidas. Lo del 21 de abril fue un gran triunfo democrático.


Compartir