Para este día todo el país ha preparado para pasarlo en familia. Cenas navideñas, el infaltable buñuelo y natilla, regalos, risas y felicidad.
Sin embargo el Caribe colombiano se caracteriza de una manera diferente.
Desde la noche de velita el espíritu navideño se siente por las calles. Se vive un ambiente de celebración permanente.
En esta noche las fiestas en cada hogar o sitio público para el disfrute de las personas, se escuchan diferentes éxitos de géneros musicales que varían de acuerdo a la zona. En el Cesar y La Guajira el vallenato; en las Sabanas los porros; el Bolívar y Magdalena la cumbia y en Barranquilla la salsa, el merengue, reggaetón, música carnavalera y champeta.
Además de esto las ciudades costeñas se convierten en el mejor motivo para compartir, no solo en familia, sino entre vecinos. El 25 de diciembre en más de un barrio se verán las ollas de sancocho para pasar el guayabo y los niños jugando con el regalo del Niño Dios.
Vivamos estas fiestas en unión, paz y responsabilidad.