Martha Dereix, la exesposa de Mancuso, se confiesa

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Dice que no militó en las AUC ni fue socia de ‘La Gata’, pero admite compra de armas.

Salvatore Mancuso

Salvatore Mancuso quedará libre en agosto de 2020. Pidió ir ante la JEP, pero fuentes federales dicen que busca quedarse en EE.UU.

Desde un hotel, en un exclusivo barrio de Montería, donde vive el opaco poder político y económico de Córdoba, Martha Dereix, la exesposa del extraditado narcoparamilitar Salvatore Mancuso, accedió a dar la cara y explicar por qué está pidiendo pista en la Jurisdicción Especial de Paz (JEP).

La mujer, heredera de una fortuna de banqueros y ganaderos, también dio su versión de cómo terminó conviviendo con un criminal acusado de ordenar 139 masacres que cobraron la vida de más de 800 personas; apareciendo en una sociedad de Enilse López, alias la Gata, y comprando armamento para una Convivir.

La mujer insiste en que nunca cometió ningún delito y en que no es una treta la oferta de indemnizar a las víctimas de su exesposo, para que este se pueda quedar en Estados Unidos una vez cumpla su pena.

¿Cómo se define?

Una monteriana, ganadera. Si algunas personas han escuchado mi nombre es por ser la exesposa de Salvatore Mancuso, jefe de las Auc. Tuve tres hijos con él y trato de llevar una vida normal, a pesar del estigma.

¿Cómo terminó conviviendo con un criminal culpable de decenas de masacres?

Salvatore y yo nos casamos muy jóvenes, porque fuimos vecinos en Montería. Nos conocemos desde que él tenía 10 y yo 8 años. Fuimos compañeros de juegos. Yo fui su noviecita desde muy adolescente, después quedé embarazada de mi hijo mayor y nos casamos por eso.

¿Y no sabía quién era?

En algo, sí. Comenzamos a trabajar en una finca que heredé de mi familia, y en esa época la guerrilla extorsionaba. Alguna vez secuestraron a un vecino y Salvatore le colaboró al Ejército. Eso le quedó gustando. Después, el Gobierno implementó las Convivir, con las que daban permiso para comprar armas como sistema de seguridad. Yo compré armas a mi nombre, igual que otras personas, y con eso nos protegimos. Pero no sé en qué momento Salvatore conoció a los Castaño y cambió.

¿Cómo creerle que no sabía que él estaba conformando un aparato paramilitar?

Nosotros comenzamos a trabajar en 1989 en mi finca, pero cuando él comienza en eso de las Convivir y se fue animando más en su colaboración con el Ejército, pues yo no me enteró. Lo supe porque a él lo detienen en otra ciudad. No sé qué hizo, pero logró venirse y me confiesa todo. Eso fue en 1997. Los Castaño sabían que él era un líder.

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¿Nunca le preguntó cómo había obtenido propiedades que él mismo tasa en 25 millones de dólares?

No sé si él tuvo o no esa fortuna. Yo, como su esposa, no manejaba ese dinero. Vivíamos de lo que producía la finca. Me imagino que si tuvo ese dinero fue para las Auc, no para nosotros.

¿Usted militó en las Auc

No, para nada. No tuve vínculos con ellos. No fui paramilitar.

Entonces, ¿por qué busca ser admitida en la JEP?

Es que me vi afectada por ser la esposa de Mancuso. Soy una víctima. A raíz de que a él lo acusan, nos incluyen a sus familiares en las mismas acusaciones.

¿Qué verdad quiere contar en la JEP?

Como me he visto afectada por ser la esposa de Mancuso, pero no para aceptar ningún delito. Pido ingreso porque no he visto solución a mi situación en la justicia ordinaria. Tengo dos procesos y mis abogados se han dedicado a presentar pruebas a mi favor, pero eso no avanza y no confío en la Fiscalía.

Él me dejó bienes y yo no quiero tener su dinero

¿Buscar la JEP, igual que Mancuso, no es burlarse de las víctimas de las Auc?

No, para nada. Yo acudo a la JEP porque no me han dado solución a mis procesos en la justicia ordinaria. Mi vida sigue encasillada como una delincuente y yo no hice nada ilegal.

Usted buscó un principio de oportunidad en la Fiscalía de Vivian Morales y de Montealegre. ¿A qué acuerdo quería llegar?

Como me acusan de tener dinero de Salvatore, decido hacer la reparación entregando propiedades a mi nombre, pero que eran de él. Incluso, entregué mi casa. En el 2004, cuando me separé, liquidamos la sociedad. Él me dejó bienes y yo no quiero tener su dinero.

Pero eso es testaferrato…

No, porque los bienes que yo tenía no eran de Mancuso, sino producto de una sociedad que teníamos él y yo y que se terminó. Tuve bienes a nombre mío, que eran de Salvatore y los entregué, aclarando todo. El principio de oportunidad es de 2013, pero aún no responden.

En 2014, su hijo mayor, Gianluigi, fue retenido en Italia en la captura de Doménico Mancuso, alias Lucas. ¿Gianluigi tiene pendientes judiciales?

Esa vez él fue a visitar a quien consideraba su primo. En el momento en que hacen el allanamiento en el lugar donde vivía Doménico, mi hijo estaba allí. Lo detuvieron, sí, pero lo soltaron rápido porque no debe nada. No tiene líos judiciales.

Gianluigi figura en las escrituras de la hacienda Costa Azul, que usted dio para reparación. ¿Su hijo es un testaferro?

Él es el propietario porque la adquirió con una plata que le prestaron y con la de la venta de un animal. Y yo pagué las mejoras que se le hicieron, pero nunca fue con dinero de Salvatore. Mi hijo tampoco es testaferro.

¿Cómo resulta vinculada a una empresa de alias ‘la Gata’?

Estoy en un proceso, por el que me detuvieron en 2014, por supuestamente tener vínculos con la señora López. Fue por unas denuncias que hicieron los hermanos Rojas. Me veo involucrada por ser la exesposa de Mancuso y los Rojas hacen esa acusación para afectar a la señora Enilse López. Pero no he tenido vínculos con ella ni he tenido acciones en su empresa.

Pero los Rojas sí la vinculan a usted con cosas ilegales y con ‘la Gata’…

Eso dicen ellos, pero eso es un montaje. Mis abogados tienen cómo demostrarlo. Quieren dañar el proceso en el que está Salvatore Mancuso en Justicia y Paz. Al ellos vincularlo con una señora que tiene delitos, podrían generar su expulsión inmediata. Hay alguien interesado en perjudicarlo.

¿Por qué, si se entera en 1997, se divorcia en 2004?

En ese tiempo él está en otra parte y, como soy su esposa, su pareja, se supone que tengo que estar ahí. Mis hijos son sus hijos y cuando él quería verlos, mandaba por ellos.

EL TIEMPO sabe que, aunque pidió pista en la JEP, Mancuso busca quedarse en EE. UU. ¿Denunciar una persecución no es ayudarlo en eso?

De ninguna manera. No tengo ni idea de lo que está haciendo. No tengo ninguna relación con él. Pero sí estoy muy preocupada, porque aquí en Colombia no se le ha definido su situación.

¿Mancuso debería quedarse en EE. UU.?

Lo que Salvatore elija. Pero todo el mundo dice que aquí lo podrían matar. Él tiene muchos pendientes en Colombia, y hay mucha gente dolida a pesar de que él pida perdón. Sería mejor que se quede por fuera.

¿Por qué ha hablado de pedir perdón si dice no haber hecho nada ilegal?

Porque a pesar de que Salvatore haya dicho que lo lamenta, yo sé que el daño que les hizo es irreparable. Ni el dinero las va a ayudar. Pero quiero decirles que también lo lamento. Pero no puedo ser responsable de algo que no hice. Solo me pongo en el lugar de las víctimas. Fuente Consultada: UNIDAD INVESTIGATIVA [email protected]


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